Hasta ahora han aparecido por aquí muchos chicos y chicas con cosas que contar, en breve seguirán apareciendo más, a todos los llevamos en mente, pero aun no ha habido ocasión de que en el blog aparezcan sus trapos sucios... je je je...
Gracias por su participación a:
El de Bricomanía, Ser, Maripuri, las perritas, los doctores, los manolos, los amigos de Madrid, Gaváman y Gaváwoman...
El de bricomanía y yo estamos en obras.
Él es un personaje rústico y hogareño, y siempre ha sido su ilusión tener una bodega. Y como a mí no me gusta discutir, y descanso viéndolo entretenido le he dicho que vale.
Total, que llevamos como quince días con los rumanos por casa metiendo material, ruido y suciedad, hasta ahora han avanzado mucho y nos gusta lo que están haciendo, hemos dividido en dos zonas, comedor y sala de estar, mediante un arco falso. También nos ponen una cocinita toda embaldosada en blanco y amarillo, y con barra de bar en madera. Las paredes están en piedra artificial imitando pizarra clara, y el techo abovedado y con vigas de madera (falsa también, por supuesto). Fuimos a comprar los muebles donde el hermano de los Manolos y los cojimos todos rústicos en madera oscura, y unos sofas en piel color chocolate... uhmmm...
Cuando acabe todo ésto empezaremos a decorar, las lámparas, cortinitas en lugar de puertas de cocina, cántaros, cervezas en la nevera... para ésto que irá más despacio admitimos sugerencias.
Las perritas lo están pasando muy mal porque cuando están los obreros ellas se quedan encerradas en la habitación, y no pueden cotillear, pero no saben lo bien que lo pasarán para Navidad junto al fuego.
Como ya sabeis todos los que leeis éstas pantallas, estábamos deseosos de conocer a Miriam, y que se decidiese a salir de su acogedor rinconcito.
Pues el día 23 de septiembre nos amanecimos con la noticia de su nacimiento!! Nos ha llenado a todos de alegría y emoción, sobre todo de ver que su madre está estupenda a pesar de los problemillas, y que su padre está haciendo un papel de padrazo que no deja a sus chicas ni a sol ni a sombra.
Hoy la niña ya tiene 5 días y ya ha llevado su colección de moda H.M.S., sus camisetitas rosas, su capa de baño... ha cambiado su color de pelo y su color de ojos, es bañada y arreglada por personal especializado, y convive con sus padres y otra familia muy simpática en un loft en pleno centro.
Tengo que advertir que Miriam ya apunta maneras, a mí me da un poco de miedo porque va a ser una polvorilla y atraerá las miradas por donde vaya.
Me estoy dando cuenta de que todos tenemos un seudónimo en el blog, y ella todavía no, creo que lo necesita, porque el día de mañana cualquier información sobre ella será bien cotizada, y no queremos facilitar las cosas, verdad? voy a empezar a pensar...
Una de nuestras excursiones del verano consistió en subir al Pico Pazino.
Hay que comenzar desde el embalse de Lanuza más o menos, cuando pasas el cementerio de Sallent que cae a la derecha camino de la frontera, pues al otro lado de la carretera ya te indica que hay un P.R., hay una pequeña explanada para dejar los coches.
La subida no es muy dura, hay trozos con mucho árbol por donde se anda bien, y otros pelados, justo cuando empieza el Collado, no hay agua en todo el camino.
Ese día estábamos muy cansados y no llegamos hasta arriba del todo, las perras se paraban a descansar cuando veían una sombra. Nos comimos el bocadillo en el pequeño valle que se forma entre el Pico Pazino y la bajada al Embalse de Escarra. Entonces nos dió el bajón y empezamos a descender.
La foto de la cabecera corresponde al embalse de Lanuza y la localidad de Sallent de Gállego desde el citado Collado.
Si os encontrais en situación de estrenar piso, necesitais vajillas, cortinas, o cualquier otro accesorio para el hogar, los doctores y los de bricomanía os recomendamos visitar Ikea.
Nosotros pasamos allí un sábado maravilloso, el viaje lo realizamos en furgoneta para cargar lo más pesado, y turismo para lo delicado.
El transcurso del día os lo podeis imaginar quienes hayais estado allí comprando, y para el resto lo explicaré un poquito.
Al llegar te echas una bolsa amarilla al hombro, paseas por las exposiciones de muebles, el más organizado del grupo coje libreta y lápiz y apunta las referencias, algún otro encuentra un chollo que suele pesar bastante y lo echa a la bolsa (podría ser por ejemplo un soporte para televisión). Las secciones de muebles están muy bien pero aburren pronto si sólo vas a mirar. Al llegar la hora de comer, todos nos damos cuenta de que lo que llevas en la bolsa y te está jodiendo el hombro no está tan rebajado y lo dejas.
Pasas por la cola del comedor, eliges lo que tiene mejor pinta y te regalan una botellita de champán, echas a correr con la bandeja para cojer sitio y te sientas en una silla de niño para comer. La comida en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, no está tan mala, pero me parece que mi opinión no cuenta.
Por la tarde toca lo mejor, que es pasear por pasillos llenos de accesorios con un carro enorme y llenarlo a tope! pero cada uno el suyo! Si alguien sabe algo que no se pueda encontrar en esa sección de Ikea que me lo ponga en "Comentarios".
Y a la salida ese chico tan organizado que hemos traído, saca la lista con los códigos y hay que buscar los tableros embalados por unos pasillos larguísimos, con un carro que no sabemos manejar pero que suele funcionar muy bien.
La vuelta a casa es genial porque ya casi no te acuerdas lo que has echado al carro y vas pensando, "y ésto dónde lo pondré" "y ésto para qué lo habré cojido" "pues al final no sé si cojí la regadera o no...". En nuestro caso a mitad del camino tuvimos un incidente que el de bricomanía que es tan hábil, solucionó en menos de 15 minutos. Se pinchó una rueda de la furgoneta en la autopista, en cuesta, con carga, sin triángulos y anocheciendo...
Todo lo que compramos ha quedado muy muy bien, muebles, cajoneras, edredones, cuadros, marionetas, cubiertos...
Os recomiendo que gastéis uno de vuestros valiosos fines de semana visitando el Valle de Tena.
Tuvimos la suerte de estar allí un fin de semana de junio junto a los doctores. Habíamos estado anteriormente en el Valle de Benasque y nos pareció muy triste la escasez de agua y lo gris del paisaje, pero al menos en ésta otra zona del Pirineo aragonés, vimos mucha vegetación y muchas cascadas a lo largo del camino.
La primera excursión fue un P. R. hasta la localidad del Pueyo de Jaca, bajamos a lo largo del río Gorgol hasta el pueblo, intentando ver algún sarrio o algún martín pescador, pero no hubo suerte. Las perras sí que debieron ver algo en una de sus escapadas, y debió ser más grande que ellas porque volvieron con el rabo entre las patas y mirando hacia atrás. El resto del camino lo hicieron a nuestro lado.
A los maravillosos paseos de que podemos disfrutar en el valle, hay que añadir la enorme calidad humana de la gente del Pirineo, como bien sabéis muchos de vosotros que habéis pasado allí grandes temporadas... Cenamos en “La Cabaña”, propiedad de los hermanos Bráviz, y más tarde, una copa en el “Ibón”, local de reunión y encuentro para todo tipo de público.
La segunda excursión fue un intento de G. R. hasta que los pulmones nos dijeron “basta”, y es que subíamos desde La Sarra a lo largo del cauce del río Gállego, hacia Respomuso, y nos quedamos a medio camino, nos comimos un muesli, un trago de agua y para abajo. Para iniciados no está mal. Hoy seguro que los seis que íbamos tenemos más capacidad torácica y el corazón más alegre.
Tras la asistencia al musical, recorrimos las calles en busca de un local donde tomar la última, pero los madrileños ya se estaban recogiendo, los servicios municipales tenían las aceras limpias y regadas, nos decepcionó ver que no había vida de noche, pero al día siguiente nos alegró comprobar que lo bueno de la vida estaba aun por venir.
Salimos de mañana a disfrutar de un domingo en la capital, usamos el Metro y paseamos por el Retiro, vimos a los mimos y a los peces del lago, acabamos el paseo en la puerta del Prado, y ya que estábamos allí, entramos a ver los cuadros.
Visitamos sobre todo las salas dedicadas a Goya, Velazquez y Rubens. En algunas obras perdimos mucho tiempo porque nos gustaron mucho, como “La Fragua de Vulcano”, “Los borrachos”, “Las Meninas”... Era una visita breve y prescindimos de usar esos telefonillos donde te explican todos los secretos del cuadro, entonces teníamos que prestar mucha atención a los detalles y usar nuestra imaginación.
Salimos paseando por delante de Neptuno, Paseo del Prado y Atocha, acabamos tomando unas gambas en una taberna, y comimos en el Museo del Vino, unas pochas y unas paellas buenísimas. Disfrutamos nuevamente de un paseo por las calles, y pasamos la sobremesa despidiéndonos de nuestros amigos y de sus perros.
Al atardecer llegábamos cansados pero ilusionados a nuestros hogares, a deshacer las maletas y acomodarnos otra vez a la deliciosa rutina de nuestra ciudad.
Nuestra visita a la capital del reino comenzó un sábado recién desayunados.
Cogimos la autovía de Madrid, maravillosa por sus paisajes y su sinuoso recorrido, y después de comprobar la calidad del firme, y de reconocer que nos estábamos empezando a marear los cuatro, nos detuvimos en un Parador de carretera.
El Parador pretendía ser acogedor y rústico, pero lo que nos pareció fue sucio. En realidad no fue una parada de placer sino una parada obligada para comer un poco y hacer nuestras necesidades.
Tras la segunda parte del viaje, cantando y fotografiando los molinos de La Muela y los toros de Osborne, llegamos a nuestro destino. Pasábamos las avenidas llenos de emoción, reconociendo caras famosas, y saludando con la manita como las reinas, pero tras un momento de confusión, decidimos concentrarnos, pues no está bien cruzar la Castellana de seis carriles con el semáforo en color rojo.
Nos alojamos en un hotel que sí que tenía encanto, con teléfonos antiguos y relojes de pared, limpio, bien iluminado y con cabina de hidromasaje. Los dos chicos estaban encantados porque se acercaba la hora de comer, y no se fijaron mucho en los detalles. Las dos chicas estamos acostumbradas a otro tipo de lujos, pero nos resignamos porque al fin y al cabo para una noche tampoco vamos a ir con remilgos.
Una vez acomodados, nos lanzamos a la calle donde nos esperaban nuestros amigos, visitamos sus prósperos negocios, conocimos a otros amigos, representantes de la flor y nata madrileña, todos ellos con mucha personalidad y mucho estilo. No hará falta que comente que estábamos perfectamente adaptados al entorno. Estuvimos comiendo en el restaurante de un famoso presentador televisivo, el maitre nos conocía y tuvo continuas atenciones hacia nosotros. Más tarde pasamos la sobremesa en el loft de nuestros amigos y guías, acompañados por sus perros y la perrita de un conocido cantante techno, muy guapa la perra, por cierto. Tras el descanso, salimos a conocer Chueca y sus alrededores, terrazas, sol, Palacio Real, la Almudena...
En la capital del reino se puede disfrutar diariamente del musical "Hoy no me puedo levantar", dirigido por Nacho Cano e interpretado por unos artistas desconocidos, pero unos pedazo de artistazos.
Estuvimos allí el sábado pasado mi chico y yo junto con Maripuri y Ser, un evento tan importante no nos lo podíamos perder, y aprovechamos que Miriam todavía no abulta mucho y su madre puede moverse con libertad como cuando iba sin mochila.
El teatro es bonito, es todo nuevo y pequeño, las butacas son cómodas pero no hay mucho espacio para las piernas, se permite entrar con bebidas alcohólicas, pero no dan café, y no se pueden hacer fotos bajo ningún concepto. La función empezó puntual a las 22:30 horas, lógicamente con "Hoy no me puedo levantar"...
Existe un argumento que cuenta la historia de la formación de un grupo musical, sus amores, sus escarceos con las drogas, publicación del primer disco, primeros premios, abandono del solista, abandono a la novia, muerte de un amigo... todo muy manido pero con unos personajes muy bien perfilados y alguno con mucha gracia... y entre frase y frase pudimos oir muchísimas canciones de Mecano, con otros arreglos, con mucha coreografía, algún número espectacular, como "Lía" con una acróbata que volaba sobre el público, "Quédate en Madrid" y "Me cuesta tanto olvidarte" que provocaba lágrimas a los espectadores, "Un año más" y "No es serio éste cementerio" muy divertidas...
A mi chico y a mí nos pareció abusivo que se incluyeran tantas canciones, tantas que el musical duró 3 horas y media... pero pensándolo bien hoy mismo también estoy con canciones en la cabeza, y mirándolo por el lado positivo, cuando más cantas menos te aburres.
Al final de cada una de las dos partes había una explosión de música y bailarines donde cantaban y bailaban trozos de varios temas, algo que nos chocó es que el ballet estaba formado por todo tipo de gente, gordos y flacos, altos y bajos... y quedaba muy bien!!
En resúmen, si podeis, id a verlo porque no os arrepentireis, al fin y al cabo, todos no hemos ido a ver Mecano a una plaza de toros con 16 años, pero seguro que la gran mayoría conoce sus temas, y cuando los volvemos a oir 10, 15 o 20 años después, no podemos evitar esbozar una sonrisa...