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la chica de las flores

filosofía

el camino

el camino

Éste es un fragmento del texto del griego Konstantin Kavafis, sobre la importancia de disfrutar del camino, sea cual sea el destino.

Cuando partas en dirección a Itaca,
que tu jornada sea larga,
repleta de aventuras, plena de conocimiento.

Procura visitar los emporios de Fenicia
Y recoje lo que allí haya de mejor.
Ve a las ciudades de Egipto
Y aprende de un pueblo que tiene tanto que enseñar.

No pierdas a Itaca de vista,
puesto que llegar allí es tu destino.

Pero no apresures tus pasos;
es mejor que la jornada demore muchos años
y tu barco solo ancle en la isla
cuando tú ya estés enriquecido
con lo que conociste en el camino.

No esperes que Itaca te dé más riquezas.
Itaca ya te ofreció un hermoso viaje:
Sin Itaca, jamás habrías partido.
Ella ya te dió todo y nada más puede darte.

Si, al final, tu crees que Itaca es pobre,
no pienses que ella te engañó.
Porque tú te hiciste sabio y viviste una vida intensa,
Y este es el significado de Itaca.

deseo

deseo

Si realmente fueses un niño, un auténtico niño, en lugar de preocuparte por lo que no puedes hacer, contemplarías la Creación en silencio. Te acostumbrarías a mirar con calma el mundo, la naturaleza, la historia, el cielo.


Si realmente fueses un niño, en este momento estarías cantando aleluya a las cosas que tienes delante. Entonces, libre de las tensiones, de los miedos, y de las preguntas inútiles, aprovecharías este tiempo para esperar, curioso y paciente, el resultado de las cosas en las que tanto amor pusiste.

(Carlos Caretto, ermitaño italiano)

golosinas

golosinas

Muchos de vosotros ya sabeis cuales son esas cosas que ponen una sonrisa en la cara de la chica de las flores:

  • Ver por segunda vez una película que me gusta y esperar otra vez los mejores momentos.
  • Volar y que me dejen el asiento de la ventanilla.
  • El olor de la lluvia en el campo, o el de hierba recién cortada.
  • Que el de bricomanía me haga rulillos en el pelo sin pedírselo.
  • Despertarme antes de que suene el despertador y disfrutar de que aun me quede una hora más.
  • Comer con los dedos.
  • Cantar gritando si estoy sola en casa.
  • Sacar a una hormiga de un charco, o darle la vuelta a un escarabajo, es decir, salvar vidas animales.
  • Quitarle el celofan a la caja de bombones y elegir yo el primero.
  • Decir algo a las perras y que me entiendan.
  • Que además me contesten!
  • Encontrarme al abuelito de los yorkshires y cruzar unas palabras con él.
  • Contemplar el arco iris y sentirme insignificante.

filosofando

Ayer estuve hablando con un amigo, de otro conocido de ambos que vivía con su novia, les salió mal, se han ido cada uno a su casa pero siguen de novios, es decir, han dado marcha atrás porque se precipitaron al comenzar a convivir.

La reacción de mi amigo fue "qué morro, ahora cada uno hará lo que les de la gana, salir, entrar, sin dar explicaciones a nadie...".

Pero yo pensé "qué romántico, han dejado el piso en común sin discusiones, pero como se siguen queriendo, han vuelto a ser novios".

 Entonces nos pusimos a debatir: estamos condicionados a vivir determinadas cosas por tener una pareja? o seguimos viviendo lo que queremos? o preferimos la vida con esa pareja a la vida sin compromisos? por qué ha de tener alguien la culpa de que no seamos libres? vosotros qué pensais?

 Hace poco he leído que la libertad te cuesta únicamente la máscara que llevas puesta. La máscara que te hace sentir tan cómodo y tanto cuesta desechar, no porque se te adapte muy bien sino porque la has llevado durante mucho tiempo.