la decepción
Éste fin de semana lo pasamos en la casa de la montaña de Maripuri y Ser, y como las perras también se querían ir de puente, decidimos dejarlas en una guardería de alto nivel.
La verdad es que pasamos los días anteriores bastante preocupados por si nos echaban de menos y se sentían abandonadas, y con mucho dolor de nuestro corazón, el sábado por la mañana acudimos a dejarlas en la Residencia, y cojen las tías y se van con la primera cuidadora que apareció y les dijo guapas. Se fueron tan contentas al ver las zonas verdes y oler a los otros perros (muchos machos, claro...). Aquí está la foto que lo atestigua. Lo del fondo son los "cheniles", es decir, las jaulas donde va a vivir cada uno, con una pequeña caseta dentro para el frío. Las metieron en el mismo chenil, así que seguro que durmieron acurrucadas.
Y después de ésto, el domingo a mediodía aparecemos por allí a buscarlas, y las vemos que las sacan y se echan a correr y a jugar entre ellas y alrededor del cuidador que las soltó. Al llegar a nosotros nos saludaron como si hubiesen pasado 20 minutos... sin muchas fiestas, vamos... iban correctamente limpias, sin lágrimas y sin ronquera, bien comidas y bien paseadas.
Así que han pasado la prueba de fuego y a partir de ahora no nos costará tanto dejarlas solas porque sabemos que están bien, pero nos hemos quedado un poco chof, y es que ¡pueden vivir sin nosotros! buahhhhh....
1 comentario
sergio -
si son como los hijos...
Los crías y ala luego te dejan de laoooo